En un lugar, en cualquier lugar, en todos y en ninguno
a la vuelta de cualquier esquina,
en cualquier cruce,
en la misma rima que se evita y aparece,
sin pensarlo, sin razonarlo
las causas se encauzan,
las probabilidades se prueban
los azares suman haches y huelen como azahares,
el destino despliega su falsedad
para justificar a tanto...
En cualquier sitio se pueden colar las letras
e inventarse de ideas y momentos,
pero las letras son pocas...
antes 28 hoy ni se cuántas...
y sin embargo se arraciman libidinosas
se entremezclan fatídicas
y me explotan en los ojos como duendes
prestos a desembargar promesas
antidistancias, pro cinismo.
¿Qué quiere que le haga?
¿Qué luche contra magias,
contra sueños,
contra mareas y vientos,
contra mi,
contra el corazón que nunca sabe de razones?
Ni lo pretendo...
prefiero dejar que vuele otra utopía
y le vaya a usted al encuentro,
prefiero soltar los perros de la literatura
para que le pasen la lengua por los talones del alma,
prefiero lo incierto a lo cierto,
lo imposible a lo posible,
el dolor a la abulia,
los sonidos al silencio,
estas letras al espacio en blanco,
la distancia a la negación,
sus ojos al cielo diario.
No me pida que respete sus barreras,
ni que me agrade que piense tanto,
no me pida que no me importen
sus amores lejanos,
ni me pida cordura,
de tanto cuerdo están llenos los gobiernos...
Llámeme infante, no me ofende,
pero no pedestre, porque humilla,
llámeme adolescente desbocado,
que me elogia,
pero no me pida mas razones
que saber que usted me atrapa,
en el ángulo justo donde el corazón
echa brisas en el alma.
Que quiere que le diga...
no me importan las barreras,
usted está detrás.
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